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El CEO se Entera de Mis Mentiras novel Chapter 445

Capítulo 445

El Invenciblese retiró durante tres años, y fue por Alberto.

Alberto también lo comprendió recién ahora.

Alberto observaba el hermoso rostro de Raquel. Raquel, yo

En ese momento, Raquel interrumpió a Camila. Camila, todo eso ya pasó, no hay que más de ello, vamos a divertirnos allá.

hablar

-Está bien.

Camila y Raquel se disponían a marcharse.

Sin embargo, Alberto extendió su mano y sujetó la delicada muñeca de Raquel, evitando que se

fuera.

Sss.

Raquel de repente emitió un grito doloroso.

Alberto examinó su delgado brazo. -¿Qué te ocurre?

Camila rápidamente retiró la mano de Alberto. Jefe Alberto, ella fue secuestrada por esos ladrones y resultó herida en el camino; especialmente el brazo, que está morado en gran parte.

Las cejas de Alberto se fruncieron.

-Por supuesto, en aquel momento, jefe Alberto, sin dudarlo, eligió a Ana, llevándosela y dejándola a ella atrás. Así que, jefe Alberto, por favor, no finjas que te importa Raquelita, porque y Ana son cómplices de esos secuestradores.

Él realmente quería preguntarle a Camila, ¿quién es tu familia?

¿No soy yo, tu primo, parte de tu familia?

¿Estás utilizando tus habilidades de debate contra ?

Pero Alberto realmente no tenía nada que decir, no podía dejar a Ana. -Raquel, lo siento.

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Raquel miró a Alberto. -Jefe Alberto, no importa, ya estoy acostumbrada.

El corazón de Alberto de repente sintió un pinchazo.

Raquel se dijo a misma con sarcasmo. -Después de todo, entre Ana y yo, Ana siempre ha sido la elección firme de jefe Alberto, y yo siempre he sido la que se abandona.

Alberto sintió que el corazón le dolía aún más, como si una abeja lo hubiera picado, un dolor intenso y constante que no podía ignorar.

Capitulo 445

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Alberto expresó. Raquel, lo siento, Ana me salvó una vez.

¿Ana lo había salvado?

Era la primera vez que Alberto le contaba esto a Raquel, y ella se mostró bastante sorprendida.. Ana también podía salvar a alguien.

-No esperaba que jefe Alberto fuera una persona agradecida. Ana te salvó y le estás

agradecido, ¿cómo es que yo te salvé y me olvidaste?

Raquel lo encontró bastante irónico; ella también había salvado a Alberto, pero él ni siquiera recordaba a su salvadora.

Alberto, sorprendido. -¿Me salvaste? ¿Cuándo?

Raquel respondió. -Hace muchos años, ¿no estabas gravemente herido y perdido en un bosque?

Alberto se quedó estupefacto, ¿cómo lo sabía?

¿Cómo sabía lo de él y Ana?

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