Capítulo 290
Mientras conversaban, el teléfono de Sabrina vibró inesperadamente.
Daniela la miró con inquietud.
-¿Será André con alguna excusa de último minuto?
Sabrina extrajo el celular y verificó la pantalla. Era Fernanda quien llamaba. Dudó brevemente antes de deslizar el dedo sobre la pantalla. Si André tenía algún contratiempo que le impediría llegar, necesitaba saberlo cuanto antes.
Al contestar, la voz glacial de Fernanda resonó desde el auricular.
-Thiago tiene fiebre. Regresa a la villa inmediatamente para hacerte cargo de él.
Su tono mantenía la misma altivez autoritaria de siempre.
-Si está enfermo, llama a un médico. No soy doctora, no tiene sentido que me busques -respondió Sabrina impasible.
Fernanda, atónita ante tal respuesta, estalló.
-¿Cómo puedes ser tan insensible? ¡Eres su madre!
-André y yo estamos por divorciarnos. Thiago será parte de la familia Carvalho. En el futuro, no me busquen para nada relacionado con él -contestó Sabrina con frialdad absoluta.
-Claro, si no quieren su custodia, también está bien. En un rato paso por él.
-¿Divorciarse? -la sorpresa tiñó la voz de Fernanda-. ¿Se van a divorciar?
-Así es -Sabrina consultó su reloj-. André debería llegar en cinco minutos.
Lejos de entristecerse por la ruptura matrimonial de su hijo, Fernanda experimentó un alivio indescriptible. Sabrina le había resultado insoportable desde el principio. Si no fuera porque Thiago ardía en fiebre y pedía insistentemente a su madre, jamás habría marcado su número. Que Sabrina lo cuidara por las noches resultaba conveniente; una niñera gratuita siempre era bienvenida.
Lo que nunca anticipó fue que su hijo finalmente se desharía de Sabrina. ¡Una noticia digna de celebración!
-Desde el principio te dije que con tu secundaria no eras suficiente para nuestro André. El divorcio era inevitable.
-Por haber parido a Thiago, te advierto que no lo busques más.
-Para mi nieto, una mujer sin educación ni respaldo, que solo usa a un hijo para hacerse la importante, no será nada más que una vergüenza.
Con estas palabras, Fernanda cortó la comunicación bruscamente.
75.265
ப
A su lado, Daniela la interrogó:
-¿Qué pasó? ¿André canceló?
-No. Era Fernanda -explicó Sabrina-. Thiago está enfermo.
Daniela arqueó una ceja.
-¿En serio? ¿No se ha enfermado más seguido últimamente? Cuando vivía contigo, casi nunca
le pasaba nada. La última vez que tuvo algo así fue antes de cumplir tres, ¿no?
El rostro de Sabrina se ensombreció visiblemente.
-Se desvela, come porquerías, y a pesar de su intolerancia a la lactosa y su fragilidad estomacal, sigue atiborrándose de dulces y bebidas heladas.
Comments
The readers' comments on the novel: La Guerra de una Madre Traicionada