Capítulo 310
-André, la subasta ya va a empezar. Si quieres hablar de algo, mejor esperamos a que termine. André contempló las siluetas de Gabriel y Sabrina alejándose juntos. Sus labios se tensaron hasta formar una línea recta mientras un destello glacial atravesaba su mirada.
En el recinto de la subasta, Daniela divisó a Sabrina y Gabriel entrando y les hizo una señal con
la mano.
-Sabrina, señor Castillo, por acá.
Sabrina se aproximó a su amiga con elegancia.
-Te dije que vinieras conmigo, pero insististe en llegar sola.
-Si ustedes dos entran juntos, son una pareja que deslumbra a todos. Conmigo solo bajaría la atención que merecen.
Daniela esbozó una sonrisa satisfecha mientras continuaba:
-¿Viste cómo estaban André y Araceli hace rato? Sobre todo ella… parecía un pavo real presumiendo sus plumas.
-También tiene la culpa la gente que los rodea, alabando a Araceli como si fuera una diosa
viviente.
Daniela torció los labios con evidente desdén.
-Con lo que ha logrado, no se compara contigo. No entiendo de qué presume tanto.
Gabriel intervino con voz pausada:
-Araceli consiguió que André no la olvide y que Fabián siga tras ella. Tiene sus métodos. Según investigué, siempre fue estudiante modelo y en la escuela la consideraban intocable. Un director le ofreció entrar al mundo del espectáculo, pero lo rechazó.
-Domina varios instrumentos, pero destaca en el violín, por eso la aceptaron en el Conservatorio de Música Santa Victoria. Durante los cinco años que estuvo separada de André, no perdió el tiempo; participó en concursos internacionales y ganó muchos premios. Dicen que incluso venció a un joven violinista prodigio muy prometedor.
Ese violinista, tras perder contra Araceli, nunca logró recuperarse.
Sabrina reflexionó con expresión neutral.
-En este círculo abundan los talentos, pero pocos perseveran hasta alcanzar el éxito. Araceli… definitivamente tiene habilidades.
Era un caso paradójico. Si no se hubiera divorciado, ¿habría retomado el violín? Esa duda
2006
Capitulo 310
persistía.
Mientras conversaban, la subasta finalmente dio inicio.
A Gabriel las subastas le resultaban indiferentes y rara vez asistía. Hoy había conseguido algunas entradas, pero no eran privilegiadas, se ubicaban en la cuarta fila hacia los costados. La importancia y prestigio aumentaban conforme a la cercanía al escenario.
André, Araceli y Fabián ocupaban asientos en la primera fila.
Al pasar junto a la fila donde se encontraba Sabrina, Fabián la miró de soslayo y soltó una risa despectiva, exhibiendo abiertamente su desprecio.
Pensaba que Sabrina había conseguido a alguien influyente, pero aun así solo podía sentarse en la cuarta fila.
Cinco minutos después, la subasta comenzó oficialmente.
El primer artículo fue un juego de tazas ceremoniales del lejano este.
Varios nobles aficionados a las bebidas exóticas pujaron por ellas, vendiéndose finalmente por tres millones de pesos.
El segundo artículo era una corona utilizada por un miembro de la realeza nórdica del siglo pasado.
La corona resplandecía con diamantes multicolores engarzados en su estructura, irradiando un brillo casi cegador que cautivó al público.
Araceli no pudo contener un murmullo de admiración.
-Qué corona tan hermosa.
Fabián comentó con entusiasmo:
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