Capítulo 390
Los dos conversaban sin ninguna dificultad.
El extranjero se llamaba Louis Rousseau, tenía treinta años y era un auténtico francés.
Cuando comenzó a hablar, su objetivo no era complicarle la vida a Sabrina, como David intentaba hacer.
En cambio, quería poner a prueba el nivel de francés de Sabrina.
Las preguntas que le hizo eran ingeniosas.
No eran demasiado difíciles, pero sí lo suficientemente desafiantes como para evaluar el nivel real de su interlocutora.
Sabrina respondió con agilidad a todas.
Finalmente, Louis aplaudió suavemente, mostrando una expresión de admiración en su rostro.
Pronto, dijo en un chino fluido y estándar:
-Esta señorita merece sin duda un diez perfecto.
Como experto en idiomas y siendo un francés auténtico, las palabras de Louis eran un golpe directo a la cara de David.
Sin embargo, David no se atrevió a mostrar la más mínima disconformidad, mucho menos a contradecir.
¡Louis provenía de una de las cuatro grandes familias de Francia!
Nadie entendía cómo esa ama de casa había tenido tanta suerte para ganarse el
reconocimiento de Louis.
Louis, con un linaje tan distinguido, siempre había sido exigente, y las mujeres comunes no
llamaban su atención.
Además, era especialmente quisquilloso, solía buscar defectos en los detalles.
Incluso al dúo de Araceli y Romeo, solo les había dado noventa y seis puntos.
Pero a Sabrina, frente a él, le otorgó sin dudar un cien perfecto.
David, en el fondo, seguía subestimando a Sabrina.
Había oído que esta mujer no solo tenía un nivel académico de secundaria, sino que también era una mujer abandonada.
No podía compararse en lo más mínimo con Araceli.
Siempre había admirado a Araceli, de lo contrario no habría estado dispuesto a ayudar a Fabián con este favor.
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Pero en ese momento, no tuvo más remedio que tragarse su orgullo y simplemente decir:
-Lo siento, fue un malentendido de mi parte.
David tuvo que disculparse a regañadientes con Sabrina y cambiar su calificación de cero a
cien.
Finalmente, Sabrina concluyó la competencia con un cien perfecto.
Detrás de Sabrina, aún había participantes esperando para su presentación, por lo que no se detuvo a discutir más.
Sabrina agradeció al público con una reverencia y luego, de la mano de Romeo, bajó del escenario.
Mientras tanto, en el grupo de Thiago, todos tenían caras largas.
Creían que tenían asegurado el primer lugar, pero Sabrina se los había arrebatado.
Araceli apretó los puños sin darse cuenta, casi rechinando los dientes de frustración.
¡Sabrina debía haber sido su enemiga en una vida pasada!
En ese momento, el teléfono de Fabián sonó.
Fabián lo tomó y vio que era una llamada del viejo, así que rápidamente contestó.
-Papá, ¿qué pasa?
Pedro, complacido, le dijo:
-Fabián, lo hiciste bien, finalmente tomaste una decisión inteligente.
Fabián no entendía a qué se refería Pedro y, confundido, preguntó:
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