Capítulo 393
La mujer tenía una ligera y enigmática sonrisa en el rostro.
Su vestimenta era sencilla pero con mucho estilo: una camisa blanca perfectamente entallada y una falda larga de color oscuro.
Llevaba el cabello largo recogido con descuido, dejando caer algunos mechones sobre sus orejas, lo que le daba un aire relajado y casual.
Cada uno de sus movimientos estaba impregnado de una confianza y elegancia justas.
El joven comentó: -Papá también escuchó sobre ella. Creo que está pensando en traer de vuelta a Aurora a la familia Ramos. De cualquier manera, ha captado su atención.
Sabrina ha estado causando sensación últimamente en Colombia.
Incluso los Ramos en Chile han oído hablar de ella.
Eva preguntó: -¿Qué dicen los hermanos?
-Si se comporta bien, traerla de vuelta solo sería añadir un plato más en la mesa. Pero, por lo que vimos la última vez, no parece ser del tipo que se queda tranquila -respondió el joven, su rostro apuesto no mostraba emoción alguna.
Era como si hablara de un desconocido. No había ira, ni burla, ni siquiera un cambio en su expresión. Solo una absoluta indiferencia.
La voz de Eva era serena, como un río que fluye suavemente, resultando sumamente agradable al oído.
-Aurora ha estado fuera tanto tiempo, seguramente ya se ha dado cuenta de sus errores. Siempre ha sido una preocupación para papá, mejor traerla de vuelta primero.
-Pero… -el hombre miraba a Eva con duda- si regresa a la familia Ramos, seguramente te causará problemas.
Eva negó con la cabeza levemente. Era muy joven y demasiado impulsiva en ese entonces. Solo era un prometido, si lo quiere, puede quedárselo.
Hizo una pausa.
-Además, era su prometido desde el principio.
El hombre frunció el ceño ligeramente-. Pero tú creciste con Nicolás Rangel, y la persona que le gusta eres tú.
-Hermano–dijo Eva, dejando la bebida que sostenía-, yo solo veo a Nicolás como un hermano.
-Puedes engañar a otros, pero no a mí -Félix Ramos miró a Eva, su mirada fría mostrando finalmente algo de calidez-. De niña siempre decías que querías casarte con Nico.
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Eva suspiró con resignación-. Hermano, eso fue cosa de niños, no tiene importancia ahora.
Félix no insistió más en el tema y comentó: -De cualquier manera, ahora Nicolás no está a tu
altura.
Eva es la primera dama de la alta sociedad, la envidia de muchos.
Con su belleza e inteligencia, es el sueño de muchos jóvenes ricos.
Muchos la quieren como esposa, innumerables admiradores.
Donde quiera que va, siempre es el centro de atención, un modelo perfecto de elegancia.
Como su nombre, es un sol brillante, resplandeciente.
Cuando se menciona a Eva, nadie puede evitar alabarla.
Ella es el orgullo de la familia Ramos.
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