Capítulo 397
Sabrina estaba a punto de seguir pensando cuando la voz de Marcelo interrumpió sus pensamientos.
-Entonces, el día del intercambio, vamos juntos.
Sabrina volvió en sí, asintiendo.
-Está bien.
En el estudio de Araceli…
Cuando André llegó, Fabián estaba tratando de consolar a Araceli.
-Araceli, no te preocupes, te prometo que encontraré a quien hizo esto en tu estudio.
Araceli no respondía, solo mantenía la cabeza baja, secándose las lágrimas.
Al entrar al estudio, André fue recibido por Fabián como si fuera su salvador.
-André, mira, alguien ha atacado el estudio de Araceli con pintura.
No necesitaba explicaciones detalladas, André ya había visto las horribles palabras pintadas en las paredes.
-¡Araceli es una rompe hogares! -decía una de las inscripciones.
-¡Araceli es una mala persona! -se leía en otra.
Había insultos de todo tipo, escritos en pintura roja sobre las paredes y la puerta, como si fueran maldiciones. El color rojo intenso hacía que los insultos resaltaran aún más, y el olor penetrante a pintura se extendía por el aire, provocando náuseas.
André observó las palabras con la mirada oscurecida.
-¿Revisaron las cámaras? ¿Saben quién lo hizo?
Fabián, con cierta perspicacia, respondió:
-Sí, revisamos las cámaras, pero las del estudio de Araceli fueron saboteadas antes del ataque. Sin embargo, las cámaras de la entrada del edificio no fueron dañadas. Aun así, quienes lo hicieron se aseguraron de cubrirse bien; no se les puede distinguir la cara. Solo se ve que eran cuatro tipos haciéndose pasar por trabajadores, cargando cubos de pintura.
Araceli, con los ojos llenos de lágrimas y un inusual destello de ira en su rostro normalmente apacible, expresó:
-No entiendo qué hice mal para que alguien me tratara así. ¡Este es mi lugar de trabajo!
Fabián arremetió con furia:
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Capito
-¿Quién más podría haber sido sino Sabrina? Me enteré de que también está organizando un concierto. ¡Seguro que es Sabrina, que no soporta verte triunfar!
André no se apresuró a sacar conclusiones.
-Voy a encargarme de que investiguen esto a fondo.
Fabián frunció el ceño.
-André, Araceli acaba de regresar a Cartagena, no conoce a mucha gente aquí, solo a nosotros. ¿Con quién más podría tener problemas? ¿No es obvio?
Miró a André con una expresión inquisitiva.
-André, no me digas que… ¿estás defendiendo a Sabrina otra vez?
André levantó una ceja.
-¿Cuándo la he defendido?
Fabián insistió:
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