Capítulo 406
-Si no sabes reconocer lo que te conviene, cuando André se involucre, no será tan fácil salir bien librada -dijo Fabián, su tono amenazante.
-Es la primera vez que veo a alguien robar con tanto descaro -respondió Sabrina con voz tranquila-. Pero, ya que lo pones así, no es imposible que le ceda el lugar.
Daniela, que había estado observando en silencio, se alarmó. -Sabrina…
Fabián sonrió con satisfacción, creyendo que había ganado. -¡Así se habla!
Sabrina continuó, sin inmutarse: -Esta oficina la rentamos con un contrato de cinco años y la hemos renovado minuciosamente durante mucho tiempo. Si quieren que se las deje, tendrán que compensarme por el alquiler, las mejoras y la penalización por incumplimiento. Además, estoy organizando un concierto. El tener que buscar un nuevo lugar afectará los ensayos, así que creo que no es exagerado pedir una compensación por daños emocionales, ¿verdad?
Fabián agitó la mano, impaciente. -Deja de darle tantas vueltas y di una cifra de una vez.
Sabrina fingió pensar por unos segundos. -Por conocernos, redondearé: cien millones.
Fabián casi se atraganta al escucharla. -¿Cuánto dijiste?
-Cien millones, y les cedo la oficina -repitió Sabrina, imperturbable.
Fabián estalló en ira. -¡Sabrina, eso es un robo! ¡Con esa cantidad podríamos comprar la oficina entera!
Él había imaginado que Sabrina pediría una suma elevada, pero nunca imaginó que fuera tan exorbitante. ¿Acaso pensaba que cien millones eran como pedir un peso?
-Entonces cómprenla -dijo Sabrina con serenidad-. Si la tienen, nadie se las quitará.
Fabián, furioso y sin pensar, iba a responder cuando Jorge lo interrumpió.
-Fabián, últimamente has gastado mucho en tonterías y ya estás en números rojos.
Las palabras de Jorge cayeron como un balde de agua fría sobre Fabián, quien de repente recuperó la claridad. Comprar la oficina por esa cantidad sería una locura.
Miró a Sabrina con una mirada oscura y fría. Esa mujer era astuta, estaba provocándolo para que comprara la oficina. Había gastado una fortuna en una subasta sin obtener ganancias y, tras difamar a Sabrina en línea, había terminado siendo etiquetado como un “capitalista malvado“, gastando aún más dinero en relaciones públicas. Las acciones de su empresa, el Grupo Guerrero, aún no se recuperaban.
Ahora, sus finanzas no le permitían semejante gasto. Afortunadamente, Jorge lo había frenado a tiempo.
-Sabrina, te arrepentirás -dijo Fabián con frialdad antes de dirigirse a Araceli-. Vámonos.
1/2
10-17
Capitulo 406
Comments
The readers' comments on the novel: La Guerra de una Madre Traicionada