Capítulo 427
Sabrina dijo: -Con Araceli pretendiendo estar gravemente enferma y esforzándose tanto, no es dificil conmoverse si no tienes el corazón de piedra, ¿verdad?
Daniela frunció el ceño. -¡Pero todo es un engaño!
Sabrina, con una voz calmada, respondió: -Pero Elwood no sabe eso.
Daniela no podía aceptar la situación. -Entonces él es un viejo despistado que no puede distinguir lo bueno de lo malo. ¡Ya verás, tarde o temprano se arrepentirá de pensar que Araceli es mejor que tú!
-Sabrina, tenemos que preparar bien este concierto. ¡Vamos a demostrarle a Araceli y a Elwood de qué estamos hechas!
Sabrina ya había pasado de la ira y el resentimiento inicial a la calma. -Tal vez sea lo mejor. Así queda claro que Elwood y nosotras no estamos en la misma sintonía. Aunque sea un maestro de música de renombre mundial, eso no significa que sea adecuado para nosotras.
Daniela asintió. -Sabrina, tu talento no necesita un mentor. No careces de enseñanza; lo único que necesitas es una oportunidad.
Sabrina comentó: -Sin embargo, debo agradecerle a Louis por su ayuda. No solo me envió la invitación, sino que también me presentó a Elwood.
Daniela sonrió. -Ese Louis, claramente está interesado en ti. ¿No te gustaría considerarlo?
Guiñó un ojo con picardía a Sabrina. -Incluso si no quieres casarte, no te vendría mal tener un
romance.
Sabrina negó con una sonrisa. -Ahora mismo no quiero pensar en el amor. Quiero concentrarme en mi carrera.
Daniela solo lo mencionó de pasada, así que al escuchar la respuesta de Sabrina no insistió más.
Observó con pesar el estudio que había decorado con tanto esmero. -¿De verdad no podremos mantener nuestro estudio?
Sabrina replicó: -No importa si lo conseguimos o no, es mejor estar prevenidas. Si Araceli logra quitarnos el estudio, no tendremos lugar para practicar, lo que afectaría el concierto. Además, con André involucrado, temo que…
Antes de que pudiera terminar, se escuchó un golpe en la puerta.
Debido al fuerte olor a pintura, la puerta estaba abierta.
Un hombre vestido con un traje impecable y elegante entró, caminando con paso decidido.
-¿Es aquí? -preguntó, mirando a Iván que lo acompañaba.
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Iván sonrió. -Sí, la última ubicación fue en este estudio.
André asintió y, siguiendo las indicaciones de Iván, se dirigió hacia adelante.
Sabrina estaba de espaldas a la puerta y no notó el movimiento.
Le dijo a Daniela: -Mañana deja que Carolina venga a trabajar. Los otros dos pisos todavía están operativos, así que que se familiarice con las partituras que necesitamos para el concierto. Por cierto, el lugar del concierto, ¿ya está alquilado?
Daniela respondió: -El contrato está firmado desde hace tiempo. ¿Aún dudas de cómo hago
las cosas?
Antes de que terminara de hablar, Sabrina notó que la expresión de Daniela se volvía extraña.
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