Capítulo 506
Marcelo echó un vistazo al reloj. -Solo quedan diez minutos. Es mi turno de salir.
Miró a Daniela. -Cambia el orden, que el conjunto y el solo de Sabrina vayan más tarde.
Daniela lo pensó un momento y asintió con la cabeza. Por suerte, hoy eran solo amigos cercanos, por lo que podían ajustar el orden de las presentaciones sin problema. No importaba si Sabrina salía un poco más tarde.
Carolina preguntó: -¿Y si Sabrina no regresa a tiempo?
Marcelo guardó silencio por unos segundos antes de responder con seriedad: -Entonces, nosotros nos encargaremos de la presentación.
Dirigió su mirada a Romeo, quien esperaba pacientemente instrucciones. -Romeo, si Sabrina no puede llegar, ¿podrías tocar un par de piezas más? ¿Crees que lo puedas hacer?
Romeo asintió suavemente. -Claro.
Llevaba un tiempo aprendiendo violín con Sabrina, y conocía muchas piezas. Tocar algunas más no sería un problema para él.
Marcelo luego se volvió hacia Carolina. -Si Sabrina no regresa, también tendrás que tocar algunas piezas adicionales en el piano.
Carolina asintió con determinación. -De acuerdo.
Aunque esta presentación no era un concierto formal, todos estaban comprometidos a dar lo mejor de sí y no a improvisar algo a medias. Si Sabrina realmente no podía presentarse, ellos estaban decididos a completar el espectáculo.
El tiempo seguía avanzando.
Cuando Marcelo y Daniela terminaron de hacer los ajustes, la hora de la presentación estaba a punto de llegar. Todos intentaron llamar a Sabrina, pero no lograron contactarla.
Marcelo, al ver que el tiempo se les venía encima, le dijo a Daniela: -Voy a salir. Si Sabrina regresa a tiempo, seguimos con el plan original. Si no, nosotros nos encargaremos.
Daniela lo miró con seriedad. -Entendido.
Marcelo tomó su violín y subió al escenario con calma.
Las luces se encendieron, y cuando Marcelo vio las caras desconocidas del público, se quedó ligeramente sorprendido. De inmediato se dio cuenta de que no era la presentación de caridad que Sabrina le había mencionado. En efecto, había varios ancianos entre el público, pero las caras jóvenes eran mayoría.
Incluso vio a André y Fabián entre el público, y luego…
Los ojos de Marcelo se agrandaron de sorpresa. En la mejor zona de asientos, estaban los
16:08
Capitulo 506
Ramos. ¡Estaba el padre de Sabrina, su hermano mayor y… su hermana por parte de padre!
Verlos ahí lo dejó tambaleante, pero aún logró mantener su compostura. Sin embargo, cuando su mirada se deslizó hacia los Blanco, casi deja caer su violín. ¿Por qué… los Blanco también
estaban ahí?
-¡Por Dios! -se escuchó una exclamación entre el grupo de los Blanco.
-¿No es Marcelo?
-¡Es él! Pero, ¿qué hace aquí?
Comments
The readers' comments on the novel: La Guerra de una Madre Traicionada