Capítulo 525
André se quedó sin palabras. No recordaba en absoluto cuándo Sabrina le había mencionado eso. O quizás, todo lo que ella le decía rara vez lo tomaba en cuenta.
Por un momento, el tiempo parecía haberse detenido, y el aire se sentía como si estuviera congelado.
Pedro miraba a Fabián con una furia intensa, jurándose a sí mismo que, al regresar, sin duda lo haría pagar caro.
Fernanda también se arrepentía en su interior. Si hubiera sabido que quien le traía las medicinas era Hernán, jamás habría dejado pasar la oportunidad de verlo.
Si hubiera ido, ahora sería ella quien estaría al lado de Hernán.
Con ese pensamiento, Fernanda lanzó una mirada de resentimiento hacia Sabrina. Esa mujer despreciable, seguramente ya sabía quién era Hernán y a propósito no la llevó a conocerlo.
Al ver la estima que Hernán tenía por Sabrina, después de esta noche, Sabrina seguramente se convertiría en una figura prominente en la sociedad. Si ella y André aún no se hubieran divorciado, la familia Carvalho obtendría innumerables beneficios.
Quién lo diría, esa mujer, que parecía tan torpe, tenía más habilidad de la que aparentaba.
Fernanda sentía un poco de arrepentimiento en su interior, pero su naturaleza orgullosa le impedía admitir que había juzgado mal.
Disimuladamente empujó a Thiago. -Thiago, ¿no decías que hace mucho no ves a tu mamá y la extrañas? Ahora que está aquí, ve a hablar con ella. Entre madre e hijo no hay rencores que
duren.
Fernanda podía intentar acercarse a Hernán, pero rebajarse a halagar a alguien que antes había menospreciado… Eso no lo soportaría ni en apariencia ni en su interior.
Sin embargo, tampoco quería dejar pasar esta oportunidad única, y Thiago era la mejor opción para romper el hielo.
A pesar de ello, antes de que Thiago pudiera moverse, una voz infantil se escuchó a lo lejos.
-¡Señorita Sabrina, Hernán!
Inmediatamente, una pequeña figura corrió hacia ellos. Al ver quién era, Hernán sonrió de oreja a oreja.
-¡Vaya, si es Romeo!
Romeo levantó la cabeza y preguntó: -Hernán, ¿cómo toqué hoy el violín?
Hernán le acarició la cabeza con cariño. -Por supuesto que lo hiciste muy bien, has mejorado mucho desde la última vez en el jardín de niños.
16:22
Al ver esta escena, Fernanda casi se queda boquiabierta. Ella conocía a Romeo y sabía que Sabrina estaba ayudando a cuidar de él. Pero, ¿por qué Romeo y Hernán parecían tan cercanos? ¿Sería por Gabriel?
Fernanda no quería admitir que su cercanía se debía a Sabrina.
Mientras pensaba en esto, Gabriel, alto y apuesto, se acercó lentamente.
-Hernán, Sabrina.
Hernán asintió con la cabeza a modo de saludo, sin la familiaridad que mostraba al hablar con Sabrina, indicando que su relación con Gabriel era más distante.
Al ver a Gabriel, Sabrina frunció levemente el ceño, recordando el asunto de Nicolás. Sin embargo, evidentemente no era el momento adecuado para abordarlo.
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