Capítulo 546
-¿André ya sabe lo de los Ramos? -preguntó Gabriel.
Sabrina respondió con calma:
-No, él no lo sabe.
Sabrina comenzó a relatar cómo André y Eva se conocieron.
Al escuchar esto, Gabriel soltó una risa burlona.
-Si él tiene alguna relación con Eva, podría cambiar todo lo de los invitados especiales. Con las conexiones de Federico con la familia Valdés, eso se resuelve con una simple palabra. Y aunque Estela sea una Valdés, igual tiene que seguir las decisiones de la familia.
Sabrina sonrió con indiferencia.
-Si André usa un favor tan grande por Araceli, no es algo malo. Al fin y al cabo, los invitados especiales no son tan importantes. Pero si usan esos favores en el concierto para oprimirnos, ahí sí sería un problema.
-Tienes a Hernán de tu lado -dijo Gabriel-. No creo que se atrevan a tanto.
Sabrina, sin embargo, no era tan optimista.
-La familia Castaño tiene a Nicolás, que no me pierde de vista. Escuché de Gloria que Nicolás tiene un tío que también está interesado en Eva. El enemigo de mi enemigo es mi amigo, así que podrían ayudar a Araceli.
Aunque ella nunca había dañado a nadie, el simple hecho de aparecer en la familia Ramos y convertirse en su hija era un pecado imperdonable.
Gabriel habló con una voz baja y seria:
-Sabrina, Araceli tiene a André, Eva tiene a Nicolás, pero no olvides que tú nos tienes a
nosotros.
Estas palabras resonaron en el corazón de Sabrina, llenándola de calidez.
-Sí, los tengo a ustedes -respondió con firmeza.
En la mansión de la familia Guerrero, las luces estaban encendidas.
El llanto de un hombre resonaba por toda la villa.
-¡Duele! ¡Papá, por favor, ya no me pegues!
Pedro respiraba aceleradamente, con el pecho subiendo y bajando de furia.
-¡Que duela, bien merecido lo tienes! ¡Voy a darte una lección que no olvidarás jamás!
Capítulo 546
Con estas palabras, Pedro levantó el látigo y lo descargó con fuerza sobre Fabián.
La señora Guerrero no soportaba ver a Fabián rodar por el suelo de dolor, y las lágrimas le corrían por las mejillas.
-¡Por favor, no le pegues más! ¡Él no sabía que se trataba de Hernán!
Pedro apartó bruscamente a la señora Guerrero.
-¡Todo esto es por tu culpa, por ser una ignorante! ¡Has malcriado a este muchacho hasta el punto de que ya no tiene límites! ¡Nuestra empresa, el Grupo Guerrero, está al borde del abismo por su culpa!
La señora Guerrero se sentía injustamente acusada y no podía dejar de llorar.
-¿Qué tiene que ver esto conmigo? Tú mismo dijiste que Fabián tenía un buen carácter y que había hecho amigos como André y Jorge. Además, si Fabián metió la pata con Hernán, fue por culpa de la ex de André, Araceli. ¡Ellos son los responsables de esto!
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