Capítulo 579
-Sabrina, ¿por qué preguntas eso de repente? -dijo sorprendida.
-Escuché que Carolina decía que Chile es un paraíso para los músicos, que muchos grandes músicos van allá a perfeccionarse. Con tu nivel de violín, me preguntaba si alguna vez fuiste a estudiar allí -comentó Sebastián.
Sabrina no lo ocultó. -Sí, viví en Chile un tiempo.
Sebastián mostró un destello de interés en sus ojos. -¿Cuánto tiempo estuviste allí?
-Contando la universidad, fueron unos seis años -respondió Sabrina.
-¿Cuándo fuiste? -preguntó Sebastián.
Sabrina lo miró con curiosidad. -¿Te interesa mucho mi vida en Chile?
-Siento una especie de familiaridad hacia Chile, como si hubiera crecido allí. Por eso quiero saber más sobre el lugar -explicó Sebastián.
Aunque Sebastián explicó su curiosidad, Sabrina seguía considerando extrañas sus preguntas. Su historia, aparte de sus seres más cercanos, solo Gabriel Castillo la conocía. Ni siquiera se lo había contado a André, y mucho menos a Sebastián.
-Fui a la universidad allá, viví un tiempo en el campus. Participaba en algunas presentaciones y competencias, pero no conozco mucho del exterior. Si sientes que te resulta familiar, puedo encontrar a alguien que te acompañe a Chile para que explores un poco -ofreció Sabrina.
-No es necesario. Pronto tendrás tu concierto, mejor concéntrate en eso -respondió Sebastián, percibiendo que Sabrina no quería profundizar. Se levantó y añadió-: Voy a ver si la señorita Blasco necesita ayuda.
Sabrina asintió suavemente y, tras su partida, retomó su práctica de violín.
En un elegante restaurante italiano, un joven hombre y una mujer estaban sentados frente a frente.
Estela Valdés entregó el menú al camarero después de ordenar.
-Eso sería todo, gracias.
Al partir el camarero, Estela miró al hombre frente a ella.
-Señor Ramos, ¿hay alguna razón particular por la que me invitó hoy?
Federico la observó con una voz calmada y suave.
-Estamos a punto de comprometernos, ¿no es normal encontrarnos para cenar de vez en cuando?
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Capítulo 579
Estela tomó un sorbo de agua. -¿Entonces me buscas solo para comer?
Federico guardó silencio unos instantes. -En realidad, tengo una petición que hacerte.
Estela no se sorprendió. Las familias Valdés y Ramos eran amigas desde hacía tiempo, y aunque no crecieron juntos, se habían visto en varias ocasiones. Federico era un adicto al trabajo, y si la buscaba era por un motivo en concreto.
-¿De qué se trata? -preguntó Estela.
-Una amiga de Eva va a dar un concierto y quiere que seas la invitada especial -explicó
Federico.
Estela mostró interés. -¿Cuándo será?
-Dentro de tres meses.
-¿Dónde será el concierto?
-En Cartagena.
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