Daniela Blasco no lograba entender qué pretendía André Carvalho con todo esto.
-¿Qué onda con André? ¿Ahora también quiere pujar por el cuadro de Eva Ramos? ¿Desde cuándo son tan cercanos?
De pronto, a Daniela le cruzó otra idea por la cabeza.
-¿No será que le gusta Eva?
Sabrina Ibáñez era su confidente, no había secretos entre ellas. André sabía lo de la família de Sabrina, y Daniela también estaba al tanto..
La expresión de sorpresa en el rostro de Sabrina desapareció poco a poco. Con voz tranquila, explicó:
-La última vez, él buscó a Eva para que le echara la mano con lo de los invitados especiales. Capaz que ahora solo quiere devolverle el favor.
Daniela soltó una carcajada incrédula.
-Ajá, sí, como si fuera tan buen samaritano.
En la sala, lejos de molestarse, Nicolás Rangel parecía hasta contento al ver que alguien más pujaba por el cuadro.
Al final, si había competencia, significaba que la obra de Eva sí tenía quien la apreciara.
Nicolás aprovechó el momento y elevó la puja a diez millones.
André no se quedó atrás y subió la oferta a doce millones.
Ese sube y baja entre los dos hizo que varios compradores se echaran para atrás.
Tener dinero, sí. Pero no estaban locos.
Con esa cantidad, podrían comprar piezas antiguas de maestros reconocidos.
Por muy buena que fuera esa tal Aurora, su obra jamás iba a tener el valor de una reliquia histórica.
Aun así, en el salón sí había quienes admiraban de verdad a Aurora y quedaban fascinados con el cuadro.
Cuando la puja llegó a quince millones, ni André ni Nicolás subieron más la oferta.
El presentador anunció con una sonrisa de oreja a oreja:
-¡La obra “El mar de flores” de Aurora se la lleva el señor Loyola por quince millones! ¡Felicidades!
Tras la subasta del cuadro de Eva, se remataron unas cuantas piezas antiguas más.
Pero como no eran de artistas famosos, el precio final apenas superó los diez millones, ni de lejos alcanzando lo la pintura de Eva.
que
valió
Daniela, al ver aquello, no pudo evitar resoplar y murmurar para sí:
-¿Pues qué le vieron a ese “Mar de flores“? La neta, no parece que valga tanto. Si no fuera por André y Nicolás subiéndole a propósito, los que de verdad querían comprar se quedaron fuera.
Ya había pasado cerca de una hora cuando anunciaron el receso de la subasta.
Después de estar sentados tanto tiempo, todos aprovecharon para salir a estirarse y tomar aire.
Justo cuando Daniela y Sabrina salían del baño, el celular de Sabrina empezó a sonar. Era una llamada de Hernán Castaño.
Sabrina le dijo a Daniela:
-Me está marcando Hernán, ve tú primero, yo aquí tomo la llamada.
-Va.
Daniela se fue, y Sabrina buscó un rincón tranquilo antes de contestar.
-¿Bueno, Hernán?
Del otro lado se escuchó la risa bonachona de Hernán.
10:01
Capítulo 603
-Sabrina, ¿te acuerdas de lo que platicamos sobre la cita a ciegas?
Las palabras de Hernán hicieron que Sabrina se acordara de Fidel Castaño, a quien había conocido apenas hacía poco.
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