Capítulo 220
Fabián continuó con entusiasmo, sus ojos iluminados por el descubrimiento que consideraba crucial compartir con Araceli.
-¡Se me olvidaba lo más importante! ¡Mañana tienen una cita!
El rostro de Araceli se endureció instantáneamente, la noticia atravesándola como una corriente eléctrica indeseable.
-¿Una cita? ¿Sabes adónde van?
-No alcancé a escuchar el lugar exacto, pero Sabrina mencionó que a las diez de la mañana. ¡No puedes permitir que esa mujer recupere a André!
Una determinación gélida cristalizó en la mirada de Araceli mientras sus dedos se tensaban imperceptiblemente sobre su bolso.
-Descuida. Me encargaré personalmente.
Cuando Daniela Blasco se enteró del accidente de Romeo, corrió al hospital con el corazón desbocado. Al comprobar que no presentaba lesiones graves, la tensión abandonó su cuerpo en un suspiro profundo. Se acercó a Sabrina, recordando un asunto pendiente que requería su atención inmediata.
-Oye, Sabrina, ¿recuerdas que a fin de mes participarás con Marcelo Blanco en el evento benéfico? Mañana él tiene disponible la agenda y pueden ensayar en su nuevo estudio.
-Mañana… -Sabrina contempló la propuesta con expresión distante, sopesando sus opciones en silencio.
Daniela notó su vacilación inusual.
-¿Tienes algún compromiso? Normalmente Romeo está en la escuela durante el día.
Sabrina consideró brevemente ocultar la verdad, pero finalmente decidió ser transparente con
su amiga.
-Mañana André y yo vamos al registro civil para iniciar los trámites de divorcio.
Daniela no pudo contener su asombro.
-¿De verdad vas a divorciarte?
Gabriel y su hijo interrumpieron su conversación, girándose hacia ellas con evidente interés
tras escuchar aquella revelación.
Sabrina asintió con serenidad.
-Así es.
-¿André aceptó el divorcio? ¿En serio?
Una sonrisa tenue y cargada de ironía se dibujó en el rostro de Sabrina.
-Me voy sin reclamar nada. ¿Qué razones tendría para negarse?
Daniela resopló con desdén.
-Recuerdo cuando le mencionabas el divorcio antes y nunca te tomaba en serio. Pensaba que solo era un juego tuyo. Creí que buscaba pretextos para no divorciarse, pero parece que realmente quería que te fueras con las manos vacías.
Sabrina se encogió de hombros con indiferencia.
-Por la vía legal normal, sin su cooperación, tardaría unos dos años. Con su acuerdo, en un mes está resuelto. No quiero propiedades ni dinero, solo quiero terminar con esto.
Daniela aprobó con un gesto firme.
-Es mejor finiquitar esto cuanto antes, para evitar complicaciones futuras. Si esperas demasiado y André cambia de opinión, podrías quedarte atrapada. Esa Araceli probablemente solo tiene unos meses de vida. Si fallece, ¿quién garantiza que André no intentará recuperarte?
-¿Unos meses de vida? -Sabrina arqueó una ceja con escepticismo-. ¿Realmente crees que padece algo terminal?
Daniela apoyó su barbilla en la mano, analizando la situación con mirada crítica.
—No parece alguien al borde de la muerte. ¿Qué persona con enfermedad terminal tiene tanta energía para crear problemas y perseguir a un hombre casado? Yo creo que todo es una farsa.
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