Capítulo 409
Sabrina permaneció en silencio unos segundos antes de decir:
-Entendido, voy para allá de inmediato.
…
En el estudio.
Daniela miraba las paredes manchadas de pintura y los equipos de música destrozados con una expresión de extrema molestia.
Carolina, quien acababa de completar su proceso de ingreso al trabajo, también mostraba una expresión de desagrado al ver el desastre.
Con voz baja y llena de culpa, Carolina expresó sus dudas:
-Tal vez… debería buscar otro lugar para trabajar.
En las últimas semanas, había enfrentado muchos obstáculos y finalmente había encontrado un trabajo que le gustaba. Si no lograba mantener este empleo, tendría que recurrir a tocar el piano en restaurantes o lugares similares.
Estaba a punto de rendirse cuando conoció a Sabrina y Daniela. Pensó que su buena suerte finalmente había llegado, pero ahora…
El estudio había sido vandalizado con pintura y destrozado sin piedad. Era evidente que era un acto de venganza.
Carolina no podía evitar recordar a su exnovio, un sujeto sin escrúpulos capaz de cualquier
cosa.
Daniela levantó la mano para tranquilizarla.
-Esperemos a que Sabrina llegue antes de tomar decisiones. No necesariamente tiene que ver contigo.
Aproximadamente media hora después, Sabrina llegó al estudio.
-¿Cómo están las otras dos plantas? -preguntó Sabrina.
-Las otras dos plantas tienen pintura en las paredes exteriores y puertas, pero no han sido destrozadas por dentro. Solo esta planta ha sido destruida completamente -respondió Daniela.
Sabrina asintió, sin mostrar sorpresa ni enojo.
-Parece que el ataque iba dirigido hacia mí.
Carolina dudó antes de preguntar:
-Señorita Ibáñez, ¿podría ser que yo haya traído problemas aquí?
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Capitulo 409
Sabrina negó con la cabeza.
-No. Si fuera alguien que tú ofendiste, Daniela y yo habríamos recibido advertencias para no acogerte. Esta vez, solo nuestra planta de trabajo ha sido gravemente dañada, mientras que las otras dos están intactas. Es evidente que el objetivo era yo.
En cuanto a quién podría estar detrás de esto, la respuesta era clara. Después de todo, Fabián y Araceli habían estado allí unos días antes. Este tipo de venganza tan directa y violenta era muy del estilo de Fabián.
Daniela, confundida, preguntó:
-¿Por qué solo destrozaron nuestra planta y no las otras dos?
-Porque todavía quieren este estudio. Si lo destruyen completamente, tampoco podrán usarlo -explicó Sabrina con calma.
Daniela se enfureció:
-¿Qué le pasa a esa Araceli? Ya te divorciaste de André, y aun así nos siguen causando problemas. No sé si es tonta de verdad o solo se hace. En lugar de mantenerse lejos, siempre está rondando por aquí.
Con una risa sarcástica, Daniela agregó:
-Parece que solo quieren que André siga recordándote.
Sabrina dirigió su mirada hacia la dirección de las cámaras de seguridad.
-¿Revisaron las cámaras?
Daniela frunció el ceño al recordar.
-Sí, pero las cámaras fueron saboteadas.
-No importa -respondió Sabrina, acercándose a un rincón y sonriendo-. Las cámaras internas están funcionando bien.
Daniela quedó sorprendida.
-¿Instalaste cámaras adentro? ¿Cuándo?
Sabrina sacó su celular y abrió una aplicación de vigilancia.
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