Capítulo 483
Cuando Fernanda se enteró de lo sucedido, no mostró la menor empatía hacia Sabrina. Al contrario, la acusó de exagerar y la reprendió severamente.
Más tarde, André logró identificar a la persona que “accidentalmente” la había empujado al
agua.
Los asistentes a la fiesta de cumpleaños de Fernanda pertenecían a familias adineradas con buenas relaciones con los Carvalho. Era imposible responsabilizarlos formalmente, así que Sabrina se vio obligada a aceptar sus disculpas.
Sin embargo, casi ahogarse y recibir una disculpa superficial no eran comparables en absoluto. Después de que André les exigiera borrar el video de Sabrina, la situación se dejó de lado y no se habló más del asunto.
La razón por la que Sabrina temía al agua era porque, de niña, había caído accidentalmente en el mar mientras viajaba en un barco con su madre.
Debido a sus estudios y a vivir en una ciudad lejos de la costa, su contacto con el agua del mar o lagos era escaso.
Con el tiempo, su miedo al agua disminuyó, pero al ver agua, instintivamente quería alejarse, por lo que nunca aprendió a nadar.
Tras aquel incidente, Sabrina dedicó más de medio año a superar su miedo al agua y finalmente aprendió a nadar.
Fabián la miró con desdén.
-Sabrina, ¿saltaste al agua a propósito, esperando este momento?
Sabrina levantó la cabeza con calma.
-¿Que yo salté a propósito?
Fabián arqueó las cejas.
-¿Qué? ¿No fue que saltaste tú misma? ¿O acaso Araceli te empujó?
Sabrina afirmó sin dudar.
-Exacto, fue ella quien me empujó.
De repente, Fabián pareció captar el aroma de algo sospechoso.
Señaló a Sabrina, iluminado por una revelación.
-Oh, ya entiendo… Entonces saltaste al lago no solo para acercarte a André, ¡sino también para incriminar a Araceli! Qué astuta, Sabrina, mataste dos pájaros de un tiro.
Fabián se consideraba muy perspicaz por haber deducido eso.
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Capítulo 483
El viento frío soplaba y Sabrina, empapada, no pudo evitar temblar de frío.
André se quitó la chaqueta y se la puso sobre los hombros a Sabrina.
-Sabrina, Araceli nunca haría algo así. Quizás haya habido un malentendido.
Sabrina lo miró con frialdad.
-No me llames Sabrina. Me repugna oírlo de ti.
André la observó con preocupación.
-Ahora hace frío, mejor vamos dentro a cambiarnos y luego hablamos de esto.
Fabián, desde un lado, añadió leña al fuego.
-Para llamar la atención de André, te haces la inocente y desvalida… ¡Qué descarada!
Sabrina, como si desechara basura, arrojó la chaqueta de André.
Un segundo después, comenzó a caminar lentamente.
André creyó que Sabrina había cedido, su expresión se suavizó.
Sin embargo, Sabrina se dirigió hacia Araceli, la agarró del cabello con fuerza.
-¡Ah! -Araceli, tomada por sorpresa, gritó de dolor, su rostro distorsionado y lejos de su habitual apariencia frágil.
Sabrina la miró directamente.
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