Capítulo 498
Nicolás exhaló un anillo de humo, con una expresión de pereza en su rostro, y comentó:
-Adoptarla como nieta nos haría una sola familia, y ya no podríamos planear que alguien de la familia Castaño se case con ella. Pero si la hacemos nuestra aprendiz, no hay problema. Al final, solo es una excusa. Da igual si es aprendiz o nieta, no hay diferencia. Aunque, me pregunto si esa mujer es realmente tan buena como dice el abuelo, o si ya sabía quién era él y se acercó a propósito.
Julio preguntó:
-¿Y tú qué piensas? ¿Cuál de las dos opciones es?
Nicolás respondió:
-Me inclino por la segunda.
Julio lo miró profundamente.
-Vaya, ¿cuándo te volviste tan perspicaz? No es propio de ti.
Nicolás suspiró:
-Si no mejoro un poco, ni siquiera tendría el derecho de estar junto a Eva como amigo.
Julio agregó:
-¿Aún no olvidas a Eva? No parece que ella esté interesada en ti.
Nicolás restó importancia al comentario:
-Si no le gusto, pues no le gusto. No importa. En realidad, no soy lo suficiente para Eva. Con poder verla feliz desde lejos, me basta.
Julio bromeó:
-Eres bastante altruista. Ya quedan pocos tipos tan desinteresados como tú. Pero…
Hizo una pausa, y luego cambió de tema.
-Si sabes que tú y Eva no pueden estar juntos, ¿por qué no intentas algo con su hermana de campo? ¿Cómo se llamaba? Déjame pensar… Ah, Aurora, ¿verdad? Aunque es hija ilegítima, su familia es compatible con los Castaño, y ella es buena contigo… Nicolás, hoy en día, encontrar a una chica que sea tan dedicada es realmente difícil.
Al mencionar a Aurora, la expresión de Nicolás cambió.
Su ánimo se tornó sombrío, y su tono se volvió menos amable.
-Tu novia, cuando tuviste el accidente y perdiste la vista, fue la que te cuidó en tus peores momentos. Estuvo contigo por años, incluso tu tío y tía la aceptaron como parte de la familia Castaño. Sin embargo, sigues pensando en esa chica que te abandonó cuando más la
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Capítulo 498
necesitabas. Cualquier persona con un poco de conciencia no haría eso, ¿verdad?
Julio frunció el ceño y respondió instintivamente:
-No, no sigo pensando en ella. Solo quiero vengarme de cómo me dejó.
Nicolás levantó una ceja:
-Claro, mientras delante de todos la humillas y la haces pasar vergüenza, no dejas que ningún otro tipo se le acerque.
Hizo una pausa y sonrió con ironía:
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