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La Guerra de una Madre Traicionada novel Chapter 503

Capítulo 503

Thiago se sintió angustiado al ver a ese grupo de personas rodeando a su mamá, como si quisieran echarla.

-Mamá -dijo Thiago con preocupación-. Por lo de la vez pasada, deberías disculparte con la señora Vargas. Papá te ayudará.

Recientemente, la señora Vargas había sido hospitalizada tras caer al agua.

Cuando Thiago fue a visitarla, el señor Guerrero le contó que su mamá había empujado a la señora Vargas al lago delante de todos.

Al preguntarle a su papá, él no lo negó.

Viendo la situación, Thiago asumió que su papá no quería ayudar a su mamá y que aún estaba molesto por el incidente con la señora Vargas.

Sin embargo, al escuchar esto, Sabrina le dirigió una mirada profunda que hizo que Thiago se sintiera incómodo.

Sabrina respondió con calma:

-No es necesario.

Al escuchar la respuesta de Sabrina, los ojos de André se volvieron oscuros y su rostro se ensombreció visiblemente.

Sabrina solo tenía que decirle al encargado que era la mamá del niño o que estaba allí para ver a Thiago, y él intervendría para ayudarla.

Pero no dijo nada.

-Sabrina, así que estabas aquí, me costó encontrarte¡Oh, mire quién está aquí, el señor Carvalho!

De repente, apareció una figura alta y apuesto.

Al ver a la multitud, en sus ojos brilló una chispa de interés.

-Qué coincidencia, señores.

La gente al ver a Gabriel Castillo no mostró sorpresa.

La familia Castillo, aunque no es una de las familias más importantes, sigue siendo una familia de primer nivel, así que no era raro verlo invitado.

El encargado parecía conocer a Gabriel y, al verlo, se apresuró a saludarlo con respeto.

-Señor Castillo.

Gabriel, con una ligera curiosidad en la mirada, preguntó:

-¿Qué ocurre?

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El encargado explicó en voz baja:

-Alguien dijo que esta señorita se coló en la fiesta sin invitaciónseñor Castillo, conoce las reglas del señor.

Gabriel sonrió:

-Esta señorita es mi acompañante.

Su mirada pasó fugazmente sobre Fabián y Araceli.

-¿Necesita que verifique de nuevo las invitaciones?

El encargado, algo incómodo, se disculpó con Sabrina:

-Señorita, lo siento mucho. Fue un malentendido.

Sabrina no se molestó:

-No hay problema.

En efecto, no llevaba invitación ni identificación.

Cuando Gabriel intervino para ayudar a Sabrina, el rostro de Araceli se contorsionó de rabia.

Sabía que hoy no lograría perjudicar a Sabrina.

¡Qué suerte tiene! Después de divorciarse de André, enseguida encontró a Gabriel.

Sin Gabriel, Araceli ya la habría aplastado como a una hormiga.

Gabriel miró a Thiago y, sonriendo, preguntó:

-Sabrina, ¿te vas a quedar aquí a platicar con ellos?

Sabrina negó con la cabeza:

-No, gracias.

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