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La Guerra de una Madre Traicionada novel Chapter 613

Capítulo 613

Por lo que se vela en ese momento, veinte millones de pesos definitivamente no iban a ser suficientes.

Treinta millones probablemente tampoco alcanzarian.

Ese cuadro, de hecho, era la obra más cara que Sabrina había vendido hasta ahora, y en su momento apenas superó los doscientos mil pesos.

Jamás se imagino que el precio se dispararia de esa manera.

Sabrina mostró cierta duda en el rostro.

Si fuera cualquier otra de sus pinturas, no tendría problema en dejarlo pasar, por nada del mundo gastaría tanto en recuperar una obra propia.

Pero este cuadro era distinto.

La persona retratada era ella misma.

Cada vez que pensaba en su retrato siendo admirado y guardado por alguien más, la sensación le resultaba extraña.

Por eso, quería recuperarlo.

Sabrina apretó los dientes.

-Entonces subelo a cincuenta millones.

Cincuenta millones no era una cifra menor.

Incluso muchas pinturas antiguas de artistas reconocidos apenas alcanzaban ese precio.

Marcelo comentó:

–Ustedes sigan pujando, yo todavía tengo algo de dinero ahorrado. Sacar otros cincuenta millones no será problema. Aunque Marcelo aún no había regresado a la familia Blanco, en estos años su carrera había despegado y había conseguido su primera gran meta financiera.

Sin embargo, desde que se independizó de la empresa, fundó su propio estudio y equipo, y organizó varios conciertos, también se había gastado una buena cantidad.

Ahora, en su cuenta solo quedaban poco más de cincuenta millones.

Daniela soltó de inmediato:

–Entre los dos ya juntan cien millones, con eso tiene que alcanzar de sobra.

Sabrina suspiro:

-Aunque me encantaria recuperar ese cuadro, gastar cien millones en él sería una locura. Mejor olvidémoslo.

Pero Marcelo insistió

-Es tu propio retrato, no estaría bien que termine en manos de alguien más. Si podemos conseguirlo con cien millones, vale la pena.

-Veamos cómo se pone la cosa -respondió Sabrina, sin quitarle los ojos a la subasta.

Mientras platicaban, el precio de la pintura de Sabrina ya había llegado a treinta millones.

Treinta miliones parecía marcar un antes y un después, quienes seguían pujando eran cada vez menos.

Sabrina sintió alivio en el fondo.

Si se mantenia dentro de los cincuenta millones, seguro podrian ganarla.

A diferencia de otros artistas, que deseaban que sus pinturas alcanzaran precios altísimos, ella quería que la suya quedara lo más barata posible.

Sabrina miró a Daniela, quien asintió y levantó la paleta de puja.

-Treinta y cinco millones.

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pujando.

Tal como esperaban, después de que Daniela anunciara la cifra, casi nadie quiso seguir.

Daniela se inclino hacia Sabrina y le susurró:

-Sabrina, ahora que tu cuadro va a regresar contigo.

Por primera vez, Sabrina esbozó una sonrisa.

-Ya está altísimo el precio, lo más seguro es que nadie más se anime.

Ella siempre había pintado para relajarse y expresar sentimientos, no por negocio.

Después de casarse, no volvió a practicar, así que no estaba muy al tanto del mercado del arte.

Jamás le pasó por la cabeza que uno de sus cuadros llegaría a cifras tan exageradas.

El presentador, al ver que nadie más subía la apuesta, comenzó a recitar las clásicas palabras:

-Treinta y cinco millones, ¿algún aumento? Treinta y cinco millones a la una, treinta y cinco millones a las dos

De repente, una voz masculina y profunda rompió el silencio en el salón de subastas.

-Cuarenta millones.

Todas las miradas se dirigieron hacia el origen de esa voz.

Nicolás había subido la apuesta.

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