Capítulo 614
Esta subida de precio…
¿Será que les sobra el dinero y no saben en qué gastarlo?
Al ver la situación, Sabrina bajó la voz para aconsejar:
-Compañero, ya no subas más. Esta pintura, cuando la vendí, apenas meron doscientos mil. Si ahora están dispuestos a pagar ochenta millones, pues déjasela.
-Esta vez no voy a ceder tan fácil -Marcelo miró a Sabrina-. Sabrina, no te preocupes por el dinero, puedo pedirle prestado
a mi papá.
-Compañero, de verdad esta pintura no vale tanto insistió Sabrina.
En ese momento, el presentador retomó la cuenta regresiva.
–Ochenta millones, ¿alguien da más? Ochenta millones a la una…
Gabriel, que había permanecido callado todo el tiempo, de repente levantó su paleta.
-Noventa millones.
Sabrina y Daniela se sorprendieron y voltearon a verlo.
-Señor Castillo, no tiene caso gastar tanto por esta pintura. Ni siquiera vale lo que están ofreciendo -comentó Sabrina.
-¿Quién dijo que no lo vale? –Gabriel sonrió de lado-. Si a uno le gusta, entonces lo vale.
Nicolás, al ver que la puja subía hasta noventa millones, empezó a dudar.
Ellos tenían dinero, pero tampoco se iban a dejar ver la cara.
La pintura ya estaba muy por encima de su valor real.
Rocío no entendía cómo una pintura tan sencilla podía llegar a esas cifras.
-¿Y si mejor lo dejamos asi? -sugirió ella.
Nicolás apretó el puño.
-No, no puedo dejar que el retrato de Eva termine en manos de otra persona.
Rocío se gíró y lo miró sorprendida.
-¿Ese es el retrato de Eva?
-¿No te parece que la silueta de la mujer en la pintura se parece mucho a Eva de espaldas? -respondió Nicolás.
Al escuchar eso, Rocio se quedó pensando unos segundos y luego miró de nuevo la pintura
-Ahora que lo dices… si, la verdad se parece mucho a Eva de espaldas. Pero, ¿cómo terminó el retrato de Eva aquí? Nicolás se encogió de hombros.
-¿Quién sabe? A lo mejor ese tal Summer la vio de casualidad cuando practicaba piano. O igual y la anda pretendiendo en secreto, ¿no?
-Pero pintar a Eva asi, sin su permiso… ¿no es un problema con su derecho de imagen? -replicó Rocío. ¿No podríamos contactar al vendedor y pedir que la retiren?
Ya lo intentamos cuando vimos la pintura -explicó Nicolás-. Pero ese tipo es bien mañoso. Solo dejó el seudónimo Summer y desapareció Ni siquiera los que compraron sus pinturas dan con él. Además, nada más pintó la espalda de Eva. Contactamos a los de la subasta, pero ellos se hicieron los locos. No reconocen que sea Eva la de la pintura.
Esa era la pintura que, hace unos años, Nicolás y Eva hablan visto por casualidad. Desde entonces, Eva quiso comprarla.
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