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Capitulo 638
Capítulo 638
Cuando el abogado Reyes se marchó, André volvió la mirada hacia Sabrina.
-Ya es muy tarde. Mejor mañana vamos por Thiago. En un rato te llevo a casa.
Apenas terminó de hablar, Gabriel se adelantó y soltó:
-No te preocupes tanto, André, yo llevo a Sabrina. Vamos para el mismo lado.
André ni siquiera se dignó a mirarlo, simplemente lo ignoró por completo.
Se dirigió a Sabrina, con voz firme:
-Vámonos, yo te llevo.
Gabriel, sin molestarse ni tantito, soltó una risita.
-Señor Carvalho, ¿no venías en el carro de Sabrina? Ahora que se lo llevaron, ¿cómo piensas llevarla a casa?
Sabrina miró a André y le dijo:
-El abogado Reyes no ha de estar muy lejos, si le marcas ahora seguro puede regresar.
Después, volteó hacia Gabriel.
-Señor Castillo, te encargo, ¿sí?
Gabriel le regaló una sonrisa amplia.
-¿Encargarme de ti? Eso no es ningún problema entre tú y yo. Vámonos.
Al pasar junto a André, Gabriel pareció acordarse de algo y se detuvo por un momento, fingiendo pensar.
-Señor Carvalho, ¿no querrás que te lleve a ti también, verdad?
André frunció el ceño, a punto de contestar. Pero Gabriel le ganó el paso.
-Llevarte a ti… Eso sí que no va a pasar. Mejor busca a alguien más.
Dicho eso, agitó la mano en señal de despedida, medio burlón, y se fue de ahí sin mirar atrás.
Sabrina lo siguió, tampoco volvió a mirar a André.
Ya dentro del carro de Gabriel, la sonrisa que traía él se fue apagando poco a poco.
-Sabrina, hoy, cuando pusiste ese video frente a todos, le diste un golpe directo a Fidel. Conociendo su carácter y la manera en que maneja las cosas, dudo mucho que te deje tranquila así nada más. Aun si Hernán interviene, Fidel podría fingir que obedece y seguir con sus cosas por debajo del agua. No es alguien que siempre le haga caso a Hernán.
Sabrina observaba el desfile de luces de la ciudad por la ventana.
-El modo en que Fidel me trata lo dice todo: no me soporta. Que su carro se haya quedado sin frenos y que encima me eche la culpa… y todavía quiso chocar contra mí. Eso solo demuestra que Fidel es de los que nunca perdonan. Ya lo tengo de enemigo, aunque me ponga a ser diplomática, igual no tendría compasión conmigo. Mejor que quede bien claro, y tampoco pienso dejarle las cosas fáciles.
Gabriel tenía una media sonrisa en los labios.
Le encantaba esa manera de Sabrina, directa y de no dejarse de nadie.
-Tranquila, aquí es Cartagena, Fidel no puede hacer lo que se le antoje. Pero…
Su voz se puso más seria, con un tono profundo.
-Sabrina, acuérdate: lo que viene de frente se puede esquivar, pero lo que viene por la espalda es lo que más duele. Fidel no es ningún santo, podría intentar cualquier cosa baja contigo. No te descuides.
Sabrina asintió.
-Lo sé, estaré alerta.
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Capítulo 638
Le echó un vistazo al perfil firme y atractivo de Gabriel, y le dijo en voz baja:
-Gracias por lo de hoy.
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