Capítulo 646
Capítulo 646
Que Fidel aún quiera verla después de todo ese pleito entre ellos… eso sí que huele raro.
Cuando algo no cuadra, seguro hay gato encerrado.
Con lo retorcido que puede ser Fidel, es probable que esté tramando alguna trampa para ella.
Pero Sabrina no era de las que se asustan fácil, mucho menos de las que huyen.
Prefería enfrentar el peligro de frente antes que vivir cuidándose la espalda por culpa de Fidel.
Bajo la mirada y observó el moretón en su muñeca.
Era la marca que Fidel le había dejado cuando, fuera de sí, la apretó con fuerza. El tipo estuvo a punto de torcerle la mano.
En los ojos de Sabrina se encendió un brillo afilado, como si por dentro ardiera una furia lista para desbordarse.
Aún tenía esa cuenta pendiente.
Pensando en eso, Sabrina aceptó la invitación.
-Está bien, nos vemos en la noche.
Hernán, que no tenía idea del conflicto entre Sabrina y Fidel, se alegró cuando la escuchó ceder.
-Entonces ahorita mismo le aviso a Fidel y le digo que te lleve el ungüento.
Sabrina solo asintió y colgó el teléfono.
Daniela, que estaba cerca, la miró de reojo.
-¿Era Hernán el que llamó?
Sabrina no dudó en contarle todo lo que acababa de pasar.
En cuanto terminó, Daniela frunció el ceño con disgusto.
-Fidel es como un zorro queriendo hacerle favores a las gallinas, ¡seguro tiene algo malo entre manos! Sabrina, no vayas. Ese Fidel nada bueno trama para ti.
Sabrina sonrió con un aire entre desafiante y burlón.
-Eso de quién va a salir perdiendo todavía está por verse. Al final, aunque yo decida evitarlo ahora, seguro la próxima vez sale con algo peor. Mejor le atajo de frente.
Le explicó a Daniela cuál era su plan.
Al escucharla, los ojos de Daniela brillaron.
-¡Eso sí que es jugarle al vivo! Nada más que…
En su mirada asomó una pizca de preocupación.
-Fidel va a terminar odiándote más, ¿sabes?
Sabrina encogió los hombros.
-Entre Fidel y yo, ya no hay forma de arreglar las cosas. Si ya estamos peleados, por lo menos que valga la pena y me desquite. Lo único…
Bajo la mirada y la voz se le volvió un poco triste.
…es que siento que le estoy fallando a Hernán. Él solo quiere lo mejor para mí, hasta quería que yo entrara en la familia Castaño, y ahora mírame, peleando así con Fidel.
Daniela suspiró también.
-Hernán cree que el líder de la familia Castaño tiene que ser alguien excepcional. Fidel, además de traer la cabeza en otro lado, resulta que te tiene una idea tremenda. Si no fuera por él, no estarían así.
De repente, la cara de Daniela se llenó de desprecio.
-Y ese Nicolás, metido en medio, de seguro tampoco ayudó nada.
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Capítulo 646
Sabrina se quedó pensativa. No le preocupaba tanto lo que Fidel pudiera hacerle, sino cómo se sentiría Hernán si llegaba a enterarse de todo.
Daniela trató de tranquilizarla.
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