15:59
212
Capítulo 663
Capítulo 663
Eva Ramos reconoció de inmediato a André Carvalho, junto con las personas que lo acompañaban.
-¿De quién hablas? ¿Del amigo de André, Jorge Olivares? –preguntó Eva.
-No, es otro -respondió Rocío Hoyos.
La mirada de Eva se posó entonces en un hombre de porte elegante y facciones delicadas.
En ese momento, había muchas personas echando miradas furtivas hacia ese grupo.
André, Jorge y Hache destacaban fácilmente entre la multitud.
Ya fuera por su presencia o por su actitud, era imposible ignorarlos.
-No conozco a ese -comentó Eva-, pero me parece que lo he visto junto a Sabrina Ibáñez.
La última vez, en la subasta, creo que estaba con Sabrina. Debe de ser amigo suyo.
Rocío no apartó los ojos del rostro del hombre.
-Tiene algo especial -afirmó.
Eva se giró para mirarla, sonriendo.
-¿Te interesa ese tipo?
Rocío no dio vueltas y lo admitió sin rodeos.
-Sí, la verdad que sí, me llama la atención.
La sinceridad de Rocío sorprendió un poco a Eva, que volvió a fijarse en Sebastián Fonseca.
Ese hombre tenía un atractivo innegable, al nivel de cualquiera de sus tres hermanos.
Incluso al lado de André y Jorge, no desentonaba para nada.
No era de extrañar que Rocío hubiera reparado en él.
-Así que te gustan los guapos de verdad -bromeó Eva con una sonrisa.
1
Para Eva, “guapo” no era cualquier tipo bien parecido; su estándar era altísimo, de noventa y cinco puntos para arriba.
Tanto Rocío como Eva venían de familias poderosas, y los pretendientes les llovían, muchos de ellos con buena pinta, incluso con habilidades destacadas.
Pero a Rocío ninguno le llamaba la atención.
Ahora, sin embargo, se interesaba por un hombre de origen desconocido, aunque con un físico impresionante, lo que a Eva le parecía curioso.
Para ella, la apariencia no era tan importante; le bastaba con alguien que llegara a ochenta y cinco puntos.
Pero eso sí: el linaje y la capacidad debían ser de primera.
No le gustaban los adornos sin sustancia.
El hombre que buscaba debía tener poder e influencia, alguien que la ayudara a cumplir sus ambiciones.
En sus ojos, los hombres solo eran herramientas para ascender.
Rocío y Eva eran amigas de toda la vida; Rocío podía adivinar lo que Eva estaba pensando.
-No, yo también creo que él no es un tipo cualquiera -comentó Rocío.
-Si de verdad te interesa, ¿por qué no le pides a Ulises que investigue un poco? -sugirió Eva.
Rocío negó con la cabeza.
-Prefiero averiguar primero por mi cuenta.
Eva miró de nuevo hacia el grupo, que no estaba muy lejos.
-Vamos, vamos a saludarlos.
1/2
16:00
Capítulo 663
Rocío había venido con la intención de conocer a Hache, así que aceptó la invitación sin dudar.
Las dos caminaron hacia André y compañía.
-Thiago, señor Carvalho, ¿ustedes también vinieron?
La voz de Eva rompió la tensión que se sentía en el aire.
Comments
The readers' comments on the novel: La Guerra de una Madre Traicionada