Sorprendiendo al Bully novel Chapter 76

Capitulo 76

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Capítulo 76

Keira

-Oh, Keira -gimió Adam cuando me vio de pie en el jacuzzi después de quitarme la parte de arriba del bikini-. No tienes idea de cuánta tortura me estás causando en este momento.

-¿Cómo te estoy torturando? Pensé que te gustaría esto le dije.

Adam levanta uno de mis senos con sus manos.

-Antes de entrar aquí, solo verte con ese bikini me excitaba, pero ahora… -expresó mientras

jugaba con mis senos con los dedos, lo que me hizo soltar un pequeño gemido-. Ahhh, no

hagas eso, me estás poniendo aún más duro de lo que ya estoy.

-¿Puedo sentirlo? -le pregunté tímidamente.

-Aquí, siéntate en el asiento del jacuzzi -dijo él.

Adam cerró los ojos y suspiró. Los volvió a abrir y se acercó a mí.

-¿Estás bien? -le pregunté.

-Estoy más que bien, solo sigo pensando que esto es un sueño -respondió Adam.

Sonreí.

-¿Demasiado pronto?

Él negó con la cabeza,

-No, he imaginado como son tus pechos desnudos. Y ahora… Dios mío, son más perfectos de lo que fantaseaba -dijo mientras me besaba.

Su beso no se parecia en nada a lo que me había dado antes. Era como si estuviera lleno de

lujuria y pasión. Chupó mis labios y luchó con su lengua contra la mía.

Luego bajó su boca por mi cuello, su lengua trazando el camino mientras plantaba pequeños

besos a medida que descendia. Se detuvo justo debajo de mi clavícula.

Tomo su mano y saco mi pecho derecho del agua y aplastó su boca sobre mi pezón. Al

chuparlo, me hizo jadear por la repentina sensación de su boca en él.

Podia sentirlo sonreír cuando hacia eso. Se alejó dejando ir mi pecho, pero aún jugando con

mi pezón bajo el agua con sus dedos.

-¿Te gustó eso? -me preguntó

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Capítulo 76

-Sí–le respondí jadeando. Era tan extraño lo que estaba sintiendo con Adam.

-Dame tu mano–me dijo.

Le di mi mano, la tomó y la puso bajo el agua, colocándola sobre su entrepierna donde estaba

su m*****o erecto.

Jadeé de nuevo al sentirlo. Tenía curiosidad, así que moví mi mano hacia arriba hacia la

cintura de sus pantalones cortos.

-Keira, ¿qué estás haciendo? -gimió Adam.

Adam

-Quiero sentirte de verdad, Adam -afirmó Keira.

Ella no tenía ni idea de lo cerca que estaba de perder el control. Sentí su mano deslizarse

dentro y su dedo rozar la punta de mi pene. Dejé escapar un siseo cuando lo hizo.

-¿Te duele? -me preguntó.

-No–le dije.

Sentí su mano deslizarse sobre mi m*****o.

-Es grande, se siente así comentó.

Eso me sacó una sonrisa y no pude evitar sonreír.

-Sí, es grande, cariño -respondí. Aparté un mechón de su cabello detrás de su oreja y

simplemente acaricié su rostro-. ¿Quieres jugar un poco?

-¿Cómo hacemos eso? -quiso saber.

-Nos entendemos mutuamente. Tú me sientes, y yo te sentiré le dije.

-Sí, me gustaría hacer eso -dijo ella con un rubor en su rostro.

-Eres tan linda cuando te sonrojas, ¿sabías eso? -expresé y le di un pequeño beso en los labios-, Probablemente sea más fácil si vamos al cuarto de la piscina, pero si quieres

quedarte aquí, podemos.

-Podemos ir al cuarto de la piscina -respondió.

Ella se puso de nuevo la parte de arriba y salimos del jacuzzi. Lo apagué, ya me preocuparía por la cubierta más tarde, y caminé con ella hacia el cuarto de la piscina.

Cuando entramos, le dije:

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Capítulo 76

-Vamos al desván. -Ella asintió con la cabeza y subimos las escaleras. La hice sentarse en la cama-. ¿Estás segura de que quieres hacer esto? -Ella hizo un sonido afirmativo-. Ok, ¿ quieres ver mi pene?

Ella se inclinó hacia adelante en la cama, metió sus dedos en la cinturilla de mis pantalones cortos y me miró.

Respiré profundamente.

-Bájalos. -Ella lo hizo y mi pene salió de inmediato, ella jadeó al verlo. Le sonreí y ella intentó tocarlo. Aparté su mano-. Todavía no.

Me quité los pantalones cortos y me senté a su lado en la cama. Ella sonrió y se levantó, quitándose la parte de arriba.

Le di una palmadita en la cama indicándole que se siente. Tomé su mano y la puse en mi pene. Acomodé su mano para que lo agarre. Con mi mano sobre la suya, deslicé su mano hacia arriba y luego hacia abajo, mostrándole lo que debía hacer.

-Se siente muy bien, cariño, cuando lo haces así -le dije. Ella me sonrió.

Retiré mi mano de la suya y me acerqué a sus pechos para empezar a jugar con ellos. Apreté suavemente sus pezones y los giré entre mis dedos.

-Tienes que decirme si te duele o no te gusta -expresé. Ella dejó escapar un pequeño gemido.

-No, me gusta eso.