Capítulo 77
Keira
-Lo siento por venirme tan pronto–me dijo Adam.
-Adam, no tienes que disculparte. Es natural, ¿no? ¿Significa que te gustó? -le pregunté.
Él volvió a la cama, se recostó a mi lado y me abrazó.
-Realmente me gusta jugar contigo. No creo que antes de que eso sucediera haya logrado
que sintieras tu placer -me dijo.
-Adam -puse mi mano en su mejilla-, me gustó lo que estabas haciendo. Ambos somos
nuevos en esto, ¿verdad? -le pregunté.
-Sí, más o menos. Sabes que no soy virgen, así que he hecho algunas cosas, pero admito
que no muchas -me explicó.
-Exactamente. Aprendemos juntos. Así que no te disculpes por eso. Estoy feliz de que hayas
disfrutado mis sorpresas para ti esta noche y… -le dije.
Adam sostuvo el lado de mi rostro acariciándolo con el pulgar.
-¿Y qué, cariño?
-Realmente me gustó lo que me estabas haciendo. Nunca había sentido algo así antes -le
dije.
-Espero que no -Adam se rio. Se inclinó y me dio un beso.
-Vamos, volvamos a ponernos ropa. No voy a mentir, la idea de que mis padres nos vean
aquí solos y desnudos puede haber pasado por mi mente también me dijo Adam.
-Ah, ¿tenías miedo de que te vieran como un chico malo? -me reí.
-Quizás, no tengo idea de cómo explicaría esto -se rio él.
Se levantó de la cama y me ayudó a levantarme. Después de que ambos estuvimos de pie,
me abrazó y me dio otro beso.
-Te amo. Esto fue una sorpresa muy agradable. Gracias -me dijo.
Le sonreí y le dije:
-Yo también te amo, de nada.
1/3
+8 Points
Capítulo 77
Él se quedó en el desván porque su ropa estaba allí. Yo bajé por las escaleras hacia mi bolso en el baño para ponerme mi ropa de nuevo.
Lo encontré junto al sofá cuando salí del baño.
-Tengo que poner la cubierta en el jacuzzi. Luego creo que te llevaré a comer algo. ¿Qué dices? -me dijo Adam.
-Tengo hambre, seguro -le dije.
Adam
Fuimos a comer comida rápida. Estaba viendo a Keira comer sus papas fritas. Cada vez que hablaba, tendía a sostener una papa frita en su mano y hablar con la mano antes de llevarla a
su boca.
Era tan hermosa; me encantaba verla sonreír. Estaba pensando en el comienzo del año
escolar. Keira era tímida, no tenía confianza, nunca sonreía e incluso estaba deprimida. En
realidad, creo que no le importaba ella misma.
Ahora, se podía ver que se preocupaba por sí misma. Era sociable, se reía; maldita sea, esa
sonrisa, esa sonrisa me cautivaba cada vez que la mostraba.
Luego, esa noche, su confianza me impresionó más que verla desnuda. Cuanto más confiada
era Keira, más sexy se volvía para mí.
Me vino un pensamiento mientras ella me ofrecía probar. La Keira del comienzo del año, yo la
creé con mi acoso. Y la Keira que tenía frente a mí ahora, también era responsabilidad mía
porque tuve que deshacer el daño que hice y hacerle saber lo hermosa y maravillosa que
realmente era.
-Estás callado esta noche -me dijo Keira para sacarme de mis pensamientos.
-En realidad, estaba pensando en ti -le dije.
-¿Algo bueno? -inquirió.
-En realidad sí. ¿Sabes lo sexy que te ves esta noche? -le pregunté.
-Adam–se rio ella.
Comments
The readers' comments on the novel: Sorprendiendo al Bully