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La Guerra de una Madre Traicionada novel Chapter 199

Capítulo 199

Romeo observó a Thiago con una sonrisa de satisfacción dibujándose en sus labios mientras comenzaba a narrarles a los niños las maravillas de Sabrina, como quien revela un tesoro invaluable. Su rostro se iluminaba con cada palabra que pronunciaba sobre ella.

-Sabrina no solo cocina platillos deliciosos, también prepara comida medicinal. ¿Saben qué es eso?

-Tengo problemas estomacales y siempre tengo las manos y pies fríos, sobre todo en invierno. Sabrina me prepara comida medicinal todos los días para equilibrar mi cuerpo.

-Es increíble, como una diosa que todo lo puede. Conoce perfectamente qué alimentos dañan el cuerpo y cuáles lo fortalecen.

Romeo levantó su lonchera con una expresión de pura felicidad adornando su carita mientras

continuaba.

-Esto es comida medicinal que Sabrina preparó especialmente para . Me explicó que estoy en etapa de recuperación y no debo comer fuera de casa.

-Aunque la comida del kínder sabe rica, muchos ingredientes afectan mi recuperación, por eso me trae mi almuerzo especial todos los días.

Los pequeños escuchaban fascinados, siguiendo con la mirada la lonchera que Romeo movía de un lado a otro con orgullo.

-¡Qué impresionante! ¿Tu Sabrina es así de asombrosa? ¿Es como una superheroína?

-A no me gusta la comida del kínder. Le pedí a mi mamá que me prepare algo, pero dice que soy un latoso

Uno de los niños arrugó la nariz con desagrado mientras comentaba:

-Yo he probado comida medicinal y sabe horrible. Siempre me dan ganas de vomitar.

Romeo esbozó una sonrisa aún más orgullosa ante el comentario.

-Es porque probaste la medicina fea. Sabrina la ha mejorado y ahora sabe deliciosa.

Sin más preámbulos, Romeo destapó su lonchera. Un suave aroma herbal inundó el aire alrededor de los niños, provocando que varios tragaran saliva involuntariamente. Incluso aquellos que habían desayunado poco sintieron sus estómagos gruñir con anticipación.

Todos miraban el contenido de la lonchera con auténtica curiosidad. La armoniosa mezcla de colores y el aroma que emanaba resultaban irresistibles, despertando el apetito de cualquiera. Era la perfecta representación de un platillo que combinaba color, fragancia y sabor en perfecta armonía.

Romeo, confiado, tomó una pequeña cuchara y un vaso para invitar a los niños a probarlo.

-Si no me creen, prueben un poquito.

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Capitulo 199

Los pequeños comenzaron a probar uno tras otro el contenido.

-¡Está buenísimo, de verdad!

-Esta comida sabe deliciosa y además es saludable¡Yo también quiero comerla todos los días!

-¡Romeo, ¿me das otro poquito, por favor?!

-¡Oye! ¿Por qué me quitaste mi vaso? ¡Era mío, regrésamelo!

-¡No te lo voy a devolver!

Dos niños casi llegaron a los golpes por el platillo. Thiago observaba la escena silenciosamente, apretando sus pequeños puños sin darse cuenta. Recordaba cómo antes su mamá también lo cuidaba así, pero a él le molestaba. Siempre pensó que su mamá solo sabía cocinar y nada más. Incluso le avergonzaba tener una madre así, y nunca se atrevió a contarles a sus compañeros que Sabrina era su mamá. Ahora no comprendía por qué estos niños

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